El
candado que está tras la ventana, cuelga como suicidándose del techo.
En su cuerpo, un torrente de claridad bañado en gotas que se multiplican
y forman una trasparencia media donde la realidad se forma de ondas que
sólo muestra una realidad borrosa, en las tinieblas. Esa realidad, a
medida que cae la lluvia furiosa, muestra en un más acá que más allá,
que en varios puntos de la ciudad mueren simultáneamente varios mendigos
proclamando cobijo donde la única solución está tras mi ventana:
colgarse desde el techo, dejando que el torrente caiga sobre su cuerpo.
Eso que escribiste me recordo ese dia en el que ibamos saliendo del gam y vimos a un señor durmiendo la calle y empezamos a decir que en esos momentos era cuando radrigan se venia a nustras mentes...
ResponderEliminarCreo que te he descuidado un poco pero eso no significa que no te lea, te quiero mucho
Justamente me inspiré en ese caballero...posha, sabes tanto <3
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