La habitación

Dedicado, ya que tanto me insistió en el tema, para Paula...
Paulita, con cariño.

Mi habitación es mi mundo aparte, es mi propio gobierno del recuerdo. Las fotos, que hoy se rompen con la niebla de la habitación, son el presidenciable del gobierno de mi mente. Las cartas son el ministro de mis deseos de repetir dichas palabras que crédulamente creí y hoy no son nada.
La habitación es el lugar más fácil que tengo para ocultar mis ganas frente a un mundo cruel, que no siente nada; ahí el tiempo es relativo, lo manejo a mi merced y la mayoría del tiempo la nostalgia toma revancha convirtiéndose en mi enemiga, generando un golpe de estado directo al ánimo.
Cómo nos cambia el tiempo y el espacio. Por la ventana, en la habitación, llegaba todas las mañana el sol para saludarme y recordarme que tenía un nuevo día junto a ti; hoy el sol no llega, me abandonó. La niebla toma firme presencia junto a un ambiente áspero, ambiguo, lleno de polvo queriendo tapar los recuerdos que no se tapan con nada. Cada paso tiene registrado el tuyo, cada ambiente tiene tu olor, cada puerta tiene tu cara. La habitación hoy es nuestra tumba, nuestro funeral...el funeral que todos los días vivo desde tu partida.