El argumento de tu mirada
Que las palabras tapen mi boca y hablen por sí solas.
Mirarte, con o sin excusas, buscándote explicaciones amorosas en cada rincón de tu respiración es mirarte con argumento. Pero yo no necesito argumento para mirarte, el solo hecho de que tus ojos me inviten a chocar con los míos es el idilio perfecto para quedarme en el quieto mirar de tus ojos.
Mirarte se puede resumir en mil y un argumentos, pero favorablemente para los dos ya no tenemos argumentos válidos para mirarnos.
Porque decir que nos miramos por amor para nosotros no es un argumento...eso está inherente a nuestra mirada.
Mirarte se puede resumir en mil y un argumentos, pero favorablemente para los dos ya no tenemos argumentos válidos para mirarnos.
Porque decir que nos miramos por amor para nosotros no es un argumento...eso está inherente a nuestra mirada.
Comentarios
Publicar un comentario